Trampa para dos

Hola a todos. hoy les traigo la reseña de este libro cuya autora me fascina por la temática tan fuerte que tiene en cada uno de sus libros, casi todos de agentes federales o FBI. Pero esta vez debo decir que este libro en particular no me agrado. Tiene una gran potencial para desarrollar la historia utilizando el terror psicológico de un asesino pero no hizo gala de el.

En ningún momento supe el porque el supuesto villano que solamente se le ve en las primeras páginas del libro, tiene razones para contratar a una sicario y eliminar del mapa a toda una familia entera donde algunos miembros pertenecen a la policía de New York.

   En este libro veremos a Maggie Spencer agente federal de los EEUU en la Haya estar envuelta en el arresto del famoso mafioso multimillonario. Pero en el camino la agente presencia la baja de uno de sus compañeros diplomáticos en las orillas del río Binnendieze. Y a partir de allí todo una maraña de acontecimientos la harán regresar a New York para hospedarse en la posada de la sicaria contratada para exterminar a la familia Dunnemore.

Rob Dunnemore es un agente de policía que se encuentra recuperándose tras un tiroteo en verano pasado. El y su familia fueron víctimas de la maldad de uno mafioso más temidos de toda América Nick Janssen. 

Una vez anunciada su captura por agentes de la Haya, Rob se dispone a volar a Holanda para averiguar la verdad del porque este hombre quiere acabar con el clan Dunnemore. Pero Rob jamás pensó que se sentiria atraido por su anfitriona, la agente Maggie Spencer.

Juntos, Maggie y Rob descubrirán el entramado detrás del doble juego que los llevará a vivir en adrenalina constante.

A pesar de mi opinión, sigo pensando que la autora es grandiosa en este tipo de tramas. Así que te invito a no descartar los otros títulos de esta escritora y si ya la leiste cuéntame en los comentarios. 

Sinopsis: Después de intervenir en la detención del peligroso fugitivo Nicholas Janssen, la agente de seguridad Maggie Spencer no tenía ni un minuto de descanso. Mientras el detenido siguiera intentando evitar la extradición desde la cárcel holandesa en la que se encontraba, Maggie no pensaba echarse atrás… por mucho que el alguacil Rob Dunnemore se empeñara en ponerla entre la espada y la pared con sus preguntas. Maggie no tenía ningún motivo para confiar en Rob, sobre todo después de enterarse de que tenía un interés personal en el caso: había estado a punto de morir gracias a Janssen. Pero cuando Maggie y Rob encontraron el cuerpo de un diplomático y se dieron cuenta de que había una nueva víctima, ella no pudo hacer otra cosa más que confiar en él, porque ambos habían caído en una trampa…