La viuda y el escoces

julio 04, 2019
Un bonito libro de los que nos tiene acostumbrados Julia London, un romance sencillo pero cargado de amor, muy bien escrita, y de fácil lectura, se trata de un escoces de tierras altas que se empeña en huir del amor y una inglesa que huye de londres para evitar casarse con algún canalla que este deseos de poner las manos en su fortuna, debido a una clausula del testamento de su difunto marido, Daisy se ve obligada a contraer nupcias con alguien que sea capaz de administrar la fortuna de su hijo el Vizconde Chatwick y dominarle a ella, desesperada decide esconderse junto a su familia en su mansión de escocia sin saber que iba a encontrar el verdadero amor en su vecino, pero eso no termina alli porque un antiguo pretendiente de Daisy llegara para poner de cabeza su situación. 

Totalmente recomendada, me gustaron todos los personajes sobre todo la prima Belinda que le daba un toque diferente a la trama un chica bastante pesimista que finalmente decide cambiar de actitud ante la felicidad de su prima Daisy, no dejes de leerla. 




Sinopsis: Lady Chatwick, Daisy Bristol, se había quedado viuda, y el testamento de su marido y la mujer, otra vez, así que la pena de perder la herencia de su hijo, Ellis. Tras recibir una carta de Robert, su primer amor, Daisy decidió marcharse de Londres.Si se quedara allí, corrigiendo el riesgo de que el obispo Craig la comprometiera con alguien antes de que Robert tuviera ocasión de volver a Inglaterra. Necesitaba ganar tiempo, así que se fue a las Tierras.
Durante el viaje a Escocia, se encontró con el poderoso Cailean Mackenzie, señor de Arrandale y famoso contrabandista, de quien se quedó prendada. No quiero saber nada de las inglesas, pero la belleza sensual y el carácter coqueto y descargado de Daisy despertaron su interés.
Cuando Robert Spivey se presentó en su propiedad, Cailean supo que una mujer tan apasionada como una dama Chatwick no se puede casar con un hombre como aquel. Pero, si querías tu matrimonio y conquistar el corazón de Daisy, tendríamos que jugar la vida.

No hay comentarios.:

Con tecnología de Blogger.